Capítulo 007: Mi futuro compañero

Li Nanxuan llevó a Lu Zhou al Hospital Militar de la Gran Universidad de Kioto y se dirigieron a la oficina de su amigo, Gu Su.

Gu Su, que estaba leyendo el informe de un paciente, se levantó de inmediato con una sonrisa al verlos: "Mayor Li, por usted, rechacé todos los demás trabajos esta mañana. ¿No es eso suficiente para demostrarte mi respeto? Tienes que invitarme a cenar esta noche".

Li Nanxuan sonrió y dijo: "No esta noche, pero la próxima vez te invitaré a ti, a Ah Zhan y a los demás a cenar".

"Está bien, de todos modos, hace mucho tiempo que no nos reunimos. Dime, ¿quién es tan capaz como para que personalmente lo traigas al hospital para un examen físico?" Mientras decía esto, Gu Su miró a Lu Zhou detrás de Li Nanxuan.

Li Nanxuan acercó a Lu Zhou a su lado y lo presentó de manera general: "Mi futuro compañero, Lu Zhou".

"Oh, entonces resulta ser tu futuro compañero, Lu Zhou..." Gu Su asintió, y entonces comprendió las palabras que decía Li Nanxuan y gritó sorprendido: "¿Qué? ¿Qué? ¿Lo escuché bien? ¿Él es tu futuro compañero?"

La noticia llegó tan repentinamente que era difícil de digerir.

"Lo escuchaste bien, nos casaremos después del Año Nuevo".

Lu Zhou miró el nombre en la tarjeta de identificación de Gu Su, y extendió su mano derecha: "Hola, Doctor Gu".

"Hola... hola", Gu Su, todavía no podía creer que Li Nanxuan ya tuviera pareja y planeara casarse después de Año Nuevo. Mientras le estrechaba la mano de Lu Zhou, miró a Li Nanxuan  y dijo: "Eres muy desconsiderado. ¡Estás a punto de casarte y solo ahora, lo traes a conocerme! ¿Ah Zhan y los demás lo saben?"

"No, se lo diré la próxima vez que cenemos juntos".

Gu Su se regocijó de mamera maliciosa: "Estoy deseando ver sus reacciones".

Li Nanxuan sonrió levemente y dijo: "Deja de decir tonterías y revisa rápidamente el cuerpo de Xiao Zhou".

"De acuerdo, síganme". Gu Su los llevó a la sala de análisis de sangre y personalmente tomó la muestra de sangre del propio Lu Zhou. Sin embargo, no logró insertar la aguja en la vena después de varios intentos.

Li Nanxuan vio que el brazo de Lu Zhou estaba lleno de moretones y su rosto se puso cada vez más feo. Dijo con un tono muy desagradable: "¿Realmente sabes cómo extraer sangre? Si no sabes, llama a otro médico".

Fallar una vez podía ser un error, pero fallar varias veces seguidas era inaceptable, incluso para un médico experimentado. Gu Su parecía incluso más torpe que un estudiante de medicina durante las prácticas.

Gu Su se frotó las sienes: "Apunté directamente en la vena, ¿cómo pude haber cometido un error?"

Ha sido médico por casi diez años y nunca se había encontrado con algo tan extraño.

Lu Zhou: "..."

Lu Zhou permaneció en silencio, pensando: ¿Podría decirles que es solo mi mala suerte la que está actuando de nuevo?

"Lo intentaré una última vez." Esta vez, Gu Su por fin logró tener éxito y respiró aliviado. Si volvía a fallar, su buen hermano probablemente le daría un puñetazo. Siendo sincero, nunca imaginó que Li Nanxuan, a quien nada le importaba, estaría algún día tan nervioso por alguien. Y la mirada de dolor en sus ojos reflejaban preocupación, como una aguja atravesándole el corazón.

Li Nanxuan tomó la mano de Lu Zhou y la examinó: "cuando regreses, aplícate compresas de agua caliente".

Lu Zhou asintió.

Gu Su le entregó la muestra de sangre a su colega para que la analizara, y luego llevó a Li Nanxuan y a Lu Zhou a realizar otras pruebas físicas. Inesperadamente, las máquinas de diagnóstico comenzaron a fallar.

Buscaron a alguien para que revisaran las máquinas, pero no se encontró ningún problema. Otras personas podían usarlas, pero cada vez que Lu Zhou se acercaba, la máquina dejó de funcionar.

"Eh, esto es realmente extraño." Gu Su dio una vuelta alrededor de la máquina, sin poder entender qué estaba pasando: "Compañero Lu, parece que la máquina de mi hospital tiene un problema contra ti".

Lu Zhou se encogió de hombros, con una expresión de impotencia: "He sido desafortunado desde que era un niño. Cada vez que voy al hospital para un chequeo, la máquina se estropea. Ya me he acostumbrado".

Li Nanxuan no pudo evitar mirar a Lu Zhou con atención y descubrió que la luz dorada en su cuerpo estaba cubierta por una capa tenue de niebla negra.

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