Capítulo 032: ¡Qué bien suena que me digan tío!

El pequeño Zhaocai sacó de su bolsillo una moneda dorada y la puso en la mano de Lu Zhou.

Lu Zhou, confundido, preguntó: "¿Para qué me dan esta moneda?"

Jinbao le explicó: "Es una semilla del árbol del dinero. Esperamos que puedas plantarla en el jardín de flores más grande, justo en el medio del patio".

Lu Zhou: "..."

Estos niños seguro han escuchado demasiadas historias mitológicas, o quizás algún adulto los habrá engañado, para que crean que esta moneda falsa es una semilla de un árbol del dinero para pedirles que las plantaran en la tierra.

Al ver que no decía nada, Zhaocai pensó que no estaba dispuesto a ayudarlos y dijo con ansiedad: "Cuando el árbol de dinero crezca, solo necesitamos la rama de en medio. Todo lo demás será tuyo. ¡Si necesitas dinero en el futuro, simplemente sacude el árbol y caerán muchas monedas de oro y nunca más te faltará dinero en la vida!"

Lu Zhou, al ver que los dos niños estaban profundamente influenciados por esos cuentos de fantasía, no pudo evitar burlarse de ellos: "Pero, ¿y si yo no necesito dinero para gastar? ¿Qué hago entonces?"

Los dos pequeños se quedaron desconcertados y preguntaron: "Entonces... ¿entonces qué es lo que necesitas?"

"Necesito que dos niñitos me llamen 'tío'."

Zhaocai y Jinbao: "..."

Lu Zhou preguntó con una sonrisa: "¿Qué me dicen? ¿Cómo resolvemos esto?"

Zhaocai y Jinbao se miraron, sus caritas mostraron una expresión de incomodidad. Por el bien de plantar la moneda dorada bajo tierra, no les quedó más opción que renunciar a su antigua apariencia y dejar el orgullo a un lado.

Y muy bajito, susurraron suavemente: "Tío".

"¿Qué? ¿Qué dijeron?" Lu Zhou fingió no haber escuchado.

Zhaocai y Jinbao gritaron a coro: "¡Tío Xiao Zhou!"

Lu Zhou soltó una risa: "¡Qué bien suena que me digan 'tío'!"

Los dos niños lo miraron furiosos. ¡Ríe, ríe todo lo que quieras! Cuando el árbol del dinero crezca, vamos a darte una buena nalgada para que aprendas a hacerle decir "tío" a alguien con tantos siglos encima.

"Ahora tengo que ir a desayunar a la casa de la abuela Mariscal. Cuando regrese, plantaré su moneda".

"¡No! ¡Tienes que plantarla ahora mismo!" Zhaocai y Jinbao temían que se olvidara o que faltara a su palabra. No se sentirían tranquilos hasta que lo vieran con sus propios ojos plantar la moneda inmediatamente.

"Está bien, está bien, la plantaré ahora mismo". Al ver que los niños estaban tan ansiosos que parecía que iban a llorar, Lu Zhou se giró inmediatamente en busca de una pala. enterró la moneda dorada justo en el centro del jardín de flores más grande del patio, como le habían dicho los dos niños, y luego les echó un poco de agua. Luego les advirtió: "Bueno, ya lo planté. Si no crece nada, no pueden llorar, ¿entendieron?".

Ay, con una moneda falsa sería extraño que creciera un árbol..., pensó. Espero que solo sea un capricho momentáneo de los niños y que en unos días se olviden por completo de esto.

Los dos niños le sonrieron alegremente: "Gracias, tío Xiao Zhou".

Lu Zhou les revolvió el cabello: "Ahora tengo que ir a desayunar a la casa de la abuela. ¿Quieren acompañarme?".

Los dos niños negaron con la cabeza y, tras dos segundos, se dieron cuenta de que Lu Zhou los invitaba activamente a salir del Patio Yangmen. Entonces asintieron rápidamente, aunque no les convenía acompañarlo a ver a otras personas.

Jinbao dijo: "No queremos desayunar, queremos salir a jugar".

"¿Ahora mismo?"

"Cuando tú tengas tiempo, podemos salir."

Lu Zhou consideró que los dos niños eran bastante sensatos: "Está bien, cuando tenga tiempo los llevaré a jugar".

Los dos niños miraron encantados: "Entonces debes recordar esto, eh".

"Lo recordaré." Lu Zhou sonrió y se levantó. "Entonces iré a casa de la abuela a desayunar. Deberían regresar con sus padres rápido y no dejar que se preocupen."

"Muy bien." Los dos niños, tras verlo alejarse, aplicaron inmediatamente un hechizo sobre el lugar donde estaba enterrada la semilla. Solo cuando el primer brote asomó, suspiraron aliviados.

Zhaocai dijo: "Siempre que introduzcamos energía espiritual en él todos los días y luego tomemos prestada la energía de la Tierra de Búdica, debería madurar en tres meses".

Jinbao estaba particularmente emocionado: "Tres meses después, tendremos instrumentos mágicos que podremos usar nuevamente".

El anciano Luo, que estaba sentado en el pabellón jugando al ajedrez, vio la interacción con Lu Zhou y dijo con amargura: "Vaya ventaja tener apariencia de niño. Sin el menor esfuerzo, Xiao Zhou tomó la iniciativa de sacarlos del Patio Yangmen".

El anciano Sheng sonrió y dijo: "Tú también podrías transformarte en un niño para ganarte su favor".

Luo Lao agitó la mano con negación: "A mi edad, ya estoy muy mayor para ponerme a actuar como un niño mimado".

Los otros tres ancianos dijeron con una sonrisa: "Mejor que lo tengas claro. Sigamos con nuestra partida".

Lu Zhou llegó al Patio Zhuhang, donde vivía la esposa del Mariscal. En cuanto entró en la sala, Li Nanyi saltó frente a él furioso y maldijo en voz baja: "¡Eres un malvado! Lograste que la hermana Xiangyi se fuera demasiado ofendida para quedarse. ¿Ahora estás contento?"

Después de aquella cena en el restaurante Tianxia, Ge Xiangyi había regresado en algún momento, pero lucía completamente deshecha y afligida, con una apariencia lastimosa. Se despidió brevemente de Lan Ruoran y abandonó la residencia de la familia Li. Posteriormente, por más que Li Nanyi intentó llamarla, esta nunca respondió sus llamadas.

Lu Zhou sonrió y dijo: "Claro que me alegro de haber ahuyentado a mi rival amoroso. Sería aún mejor si pudiera contagiarte mi enfermedad. Así tendré a alguien que me acompañe cuando esté enfermo, que tome mis medicamentos y que me acompañe al hospital".

Li Nanyi refunfuñó suavemente: "El tío Di dijo que tu enfermedad no es contagiosa".

Lu Zhou dio un paso hacia ella: "Entonces, ¿quieres comprobarlo?"

"No". El rostro de Li Nanyi cambió drásticamente y rápidamente regresó corriendo al lado de Lan Ruoran.

La esposa del mariscal sonrió y dijo: "Parece que a Nanyi le gusta mucho Xiao Zhou. Cuando lo vio venir, corrió hacia él a susurrarle algo".

Li Nanyi replicó indignada: "No me gusta".

Sólo entonces Lu Zhou se dio cuenta de que en la sala se encontraba un grupo de mujeres.

...