Lu Tongshang recibió el mensaje de su esposa y respondió de inmediato: "¿Dices que Xiao Zhou también asistirá al banquete de la familia Gong esta noche? ¿Cómo es que también recibió una invitación?".
Jiang Wan respondió: "Vino al banquete en representación de la familia Li".
Lu Tongshang preguntó de nuevo: "¿No era que no creía en la existencia de fantasmas y dioses? ¿Cómo aceptó asistir a este banquete? ¿O acaso ya sabe que existen en este mundo?".
Después de leer el mensaje en su teléfono, Jiang Wan le susurró a Lu Zhou: "Hijo, ¿crees en la existencia de fantasmas y dioses en este mundo?".
"¿Fantasmas y dioses?" Lu Zhou miró a su madre con recelo: "Mamá, ¿has estado obsesionada con las supersticiones últimamente? ¿Por eso te vistes como un sacerdote taoísta?"
"Por supuesto que no, solo preguntaba por curiosidad." Jiang Wan le envió un mensaje a su esposo: "Sigue sin creer en la existencia de fantasmas y dioses en este mundo, igual que antes".
Lu Tongshang respondió: "Espera hasta que lo crea, entonces le contaremos sobre nosotros, de lo contrario, pensará que nos lavaron el cerebro en el templo taoísta y querrá buscar a la gente del templo para ajustar cuentas".
Jiang Wan estuvo de acuerdo con su marido. Confiaba que después de la reunión de intercambio de esa noche, su hijo sería capaz de cambiar por completo su visión del mundo y se abriría a una nueva realidad.
El banquete se celebró en el piso treinta y tres del hotel. Tan pronto como llegó el ascensor, Jiang Wan y Lu Zhou salieron.
El pasillo estaba abarrotado de personas, todos guardaespaldas de los asistentes al banquete. Como no podían ingresar al salón principal, debían permanecer afuera vigilando.
Jiang Wan y Lu Zhou sacaron sus invitaciones y se las entregaron al guardia de la puerta.
Al ver que se trataba de una invitación de la familia Li, el guardia inmediatamente adoptó una actitud respetuosa y lo condujo personalmente al interior del salón.
Nadie le prestó atención a Jiang Wan, quien entró con ellos, así que se resignó a seguirlos sola. Sin embargo, para evitar que su hijo supiera que era supersticiosa, saludó rápidamente a Lu Zhou y fue a ver a su vieja amiga por separado.
Lu Zhou había asistido a relativamente pocos banquetes desde niño. Incluso rara vez asistía a los banquetes organizados por su propia familia, por lo que no conoce a nadie más en el salón. Tras ser acompañado a su asiento por el guardia, se sentó obedientemente.
"¿Quién es el joven sentado debajo del podio? ¿Cómo llegó a sentarse en ese lugar?", preguntó alguien con curiosidad a la persona que tenía a su lado, mirando a Lu Zhou.
"No lo sé. Nunca lo había visto. Pero cualquiera que pueda sentarse en esa posición debe tener un estatus extraordinario o ser muy poderoso".
"Entre los nobles adinerados, nunca habíamos visto a esta persona. Si es tan poderoso, no tendría sentido que no lo conociéramos.
"Si realmente tienes curiosidad, puedes acercarte y preguntarle".
"Olvídalo, temo ofender a alguien".
Lu Zhou notó que las personas a su alrededor lo miraban con curiosidad. Bajó la vista para revisar si su vestimenta tenía algo inapropiado, o si quizás aún no era el momento de sentarse. Miró a su alrededor: una pequeña parte de los asistentes ya se había sentado, mientras que otros aún conversaban con sus amigos.
Al no notar nada inusual, aguzó el oído para escuchar a escondidas a la gente que lo rodeaba intercambiando información. Entonces oyó a alguien susurrar: "Últimamente han aparecido monstruos con frecuencia, sobre todo en nuestra región sur. De vez en cuando, un grupo de monstruos aparece para causar problemas, manteniéndonos tan ocupados que ni siquiera tenemos tiempo para descansar".
¿No es genial? Significa que puedes ganar dinero.
"Tsk, solo puedes ganar dinero si te encuentras con un monstruo pequeño. Si te encuentras con uno grande, podrías perder la vida. Es mejor cazar fantasmas, es menos peligroso que atrapar monstruos".
"¡Ja, ja!, cuando atrapamos fantasmas, a menudo nos topamos con los emisarios del inframundo. No solo tenemos que ser humildes, sino que a veces también tenemos que actuar según sus órdenes. Es muy difícil para nosotros".
Lu Zhou: "¡¡¡¡¡!!!!!"
Aunque hablaban en un lenguaje que entendía, ¿por qué no lograba comprender ni una sola palabra de lo que decían?
Lu Zhou observó a quienes conversaban y reconoció que quien dijo ser de la región sur era una estrella de cine de renombre llamada Qiu Shao. La otra persona, vestida de etiqueta, debía ser un funcionario del ámbito político. Lo que dijeron probablemente era una palabra clave en el mundo de la política y el entretenimiento. Como era incómodo mencionar nombres públicamente, usaban otros términos.
Por ejemplo, cuando Qiu Shao decía "monstruos", en realidad se refería a nuevos talentos en la industria del entretenimiento. Así, su comentario original significaría: "Últimamente, los nuevos artistas están muy activos, especialmente alrededor mío. Cada poco tiempo surge un grupo causando problemas, robándome protagonismo. He tenido que aceptar trabajos frenéticamente para mantenerme visible y que mis fans no me olviden como una estrella en declive".
En cuanto al funcionario, cuando mencionaba "fantasmas", probablemente se refería a colegas implicados en irregularidades. Los "emisarios del inframundo" muy posiblemente aludían a sus superiores directos. Al investigar casos de funcionarios involucrados en delitos, se encontraron con la obstrucción de su superior directo, y ciertamente tendrían que ser humildes. Si el superior no era fácil de tratar, les sería difícil continuar con su trabajo.
Cuanto más lo pensaba Lu Zhou, más sentido tenía. Solo así podía explicarse el significado real de su conversación.
No esperaba que la gente de la industria del entretenimiento y la del mundo político pudieran conversar de manera tan fluida. Ambos parecían disfrutar la charla, sin la menor incomodidad, sin temor a ser escuchados. Incluso si alguien los oyera, no podría saber a quiénes se referían exactamente.
En ese momento, se produjo un alboroto en la entrada.
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