Capítulo 042: Todos deberían admirarlo

Lu Zhou miró hacia la entrada, donde un grupo de personas ingresaba al salón del banquete bajo la protección de los sirvientes. Entre ellos estaba el anfitrión de la velada: Gong Zilin, el nieto predilecto del miembro del Comité Permanente del Buró Político Central de China. Aparentaba poco más de treinta años, de rostro apuesto y serio, era uno de los pocos miembros de la familia Gong que no se había dedicado a la política. Tras graduarse de la universidad, se había convertido en un empresario. Poseía un talento excepcional  para los negocios y, gracias a un sólido respaldo, su empresa prosperaba con naturalidad. Aunque ahora era solo un hombre de negocios, su posición en la familia Gong era muy alta, y muchos de los altos funcionarios de la familia obedecían sus órdenes.

Tras él iba Chi Chang, nieto del Secretario de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria de China. Tenía rasgos faciales guapos, una sonrisa traviesa en la comisura de los labios y parecía un playboy. Siempre que veía mujeres a su alrededor, usaba palabras dulces para halagarlas y hacerlas felices.

Detrás de ellos había varios monjes y sacerdotes taoístas que parecían muy prestigiosos. Al verlos, la gente a su alrededor tomó la iniciativa de acercarse y saludarlos.

Gong Zilin y Chi Chang saludaron a todos mientras avanzaban. Al ver que eran casi las siete, invitaron a los presentes a tomar asiento para cenar. Luego, se dirigieron a la mesa donde estaba sentado Lu Zhou y notaron a un joven desconocido ocupando uno de sus lugares.

Chi Chang curvó los labios y sonrió: "Vaya, ¿quién es este joven maestro que está sentado en el asiento equivocado?"

Los asientos habían sido asignados de antemano; sabían perfectamente quién debía sentarse allí. Quienes ocupaban esos puestos poseían un estatus muy elevado, pero nunca habían visto al joven que tenían delante.

Lu Zhou arqueó una ceja: "De la familia Li".

Él vino aquí en representación de la familia Li, así que, por supuesto, tenía que hablar de la familia Li.

La sonrisa de Chi Chang se detuvo e intercambió una mirada con Gong Zilin. Si era de la familia Li, no se había sentado en el lugar equivocado.

Acto seguido, ambos se sentaron a izquierda y derecha de Lu Zhou, y los demás también tomaron asiento.

"¿Eres de la familia Li?", preguntó Chi Chang, desconcertado. "¿Cómo es que nunca te había visto antes?"

Lu Zhou sonrió levemente: "Antes no me habías visto, pero a partir de ahora me verás a menudo".

Gong Zilin tenía mucha curiosidad: "¿De qué patio de la familia Li es usted el joven maestro?"

"Patio Yangmen".

"¿Patio Yangmen?" Gong Zilin entrecerró los ojos levemente. "¿No es esa la residencia del Mayor Li? Tengo entendido que él nunca permite que otros entren en su patio. ¿Cómo podrías ser el joven maestro de ese lugar?"

Dado que la familia Li aún no había anunciado públicamente el matrimonio de Li Nanxuan, Lu Zhou no tenía intención de dar demasiadas explicaciones.

Justo cuando Gong Zilin y los demás sospechaban que Lu Zhou suplantaba la identidad de la familia Li o se había colado con una invitación robada, una voz intervino:  "Disculpen, llego tarde. Oh, señor Lu, ¿también vino a participar en la conferencia de intercambio? Justo a tiempo, quería preguntarle sobre el asunto de la última oración".

Cuando Lu Zhou vio que era Luo Minghai del Templo Daotian, sintió que se moría de repente. ¿Cómo podía tener la mala suerte de volver a encontrarse con el Maestro Luo? ¿Y de verdad quería pedirle consejo sobre lo ocurrido la última vez? Jaja, solo gritó dos palabras esa vez. ¿Qué podría enseñarle? ¿Podría pedirle que le enseñara a deletrear "detengan la nieve"?

Chi Chang preguntó con curiosidad: "Abad Luo, ¿usted lo conoce?"

El abad Luo se rio entre dientes: "Sí, la vez que fuimos al norte para rogar que cesara la nieve, fue el señor Lu quien, con sus poderes espirituales, detuvo la tormenta".

Cuando los monjes y sacerdotes taoístas presentes escucharon esto, todos miraron a Lu Zhou con sorpresa.

"Yo también he oído hablar de esto", dijo el monje del Templo Faqing. "No esperaba que el señor Lu, siendo tan joven, tuviera una fuerza espiritual tan poderosa. Todos deberían admirarlo".

Lu Zhou: "..."

Esta fue la primera vez en su vida que se sintió tan avergonzado por ser elogiado que incluso tuvo el impulso de salir corriendo.

El abad del Templo Xuantong también se unió a los elogios: "El señor Lu es realmente joven y talentoso, con un dominio profundo del camino espiritual. Esperamos que pueda guiarnos en algún momento".

"..." Lu Zhou, manteniendo la calma de manera superficial, esbozó una sonrisa, pero interiormente se sentía completamente devastado. Si insistían en hablar de poderes espirituales, él les mostraría su verdadera "debilidad".

Como alguien ya confirmó que Lu Zhou fue enviado por la familia Li, Chi Chang y Gong Zilin no se atrevieron a indagar más, pero aún sentían mucha curiosidad por Lu Zhou.

También habían oído hablar de la oración anterior en el norte para detener la nieve. Se decía que varios maestros de templo unieron fuerzas, pero no lograron detenerla. Sin embargo, un joven simplemente pronunció dos palabras y la ventisca cesó. Su cultivo era extraordinario.

Pero por mucho que lo miraran, no parecía alguien con grandes poderes mágicos. Claro, también era posible que este joven lo ocultara bien.

Gong Zilin decidió investigar más sobre Lu Zhou después del banquete.

En ese momento, los camareros trajeron los platos a la mesa y todos dejaron de hablar del tema anterior.

Lu Zhou respiró aliviado.

Cuando todos los platos estuvieron servidos y los camareros se retiraron, el abad del Templo Xuantong dijo: "Escuché que la Bestia Nian apareció..."

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NOTA DE LA AUTORA JIN YUANBAO:

(Aquí hablaré sobre el hecho de que el protagonista Lu Zhou es ateo y no cree en lo sobrenatural. Muchos lectores podrían pensar que el personaje principal es demasiado lento, reacciona con poca agilidad o no es lo suficientemente inteligente. Desde la perspectiva de quienes temen a los fantasmas o son supersticiosos, ciertamente es fácil creer en la existencia de seres sobrenaturales en este mundo; con solo un pequeño indicio o rumor, ya podrían pensar que se trata de fantasmas o espíritus causando problemas. Sin embargo, para alguien que está firmemente convencido de que no existen tales cosas, muchos eventos aparentemente extraños pueden explicarse mediante la ciencia. Por ejemplo, como se mencionó antes en el texto, Lan Ruoran dijo que los magos pueden cambiar de rostro, hacer desaparecer objetos o transformar manzanas en peras. ¿Acaso creerían que un mago es un dios o un fantasma? Pero la realidad es que un mago es simplemente un ser humano. Otro ejemplo son los espejismos: cuando en el cielo aparecen paisajes de otro lugar, ¿crees que ahí es donde residen los dioses? Desafortunadamente, no es así. Por lo tanto, para un ateo que no cree en lo sobrenatural, la existencia de fantasmas y dioses es tan improbable como que febrero tenga 30 o 31 días, que haya un "octavo día" en la semana o que el año tenga 400 días: simplemente no existen en este mundo. Lu Zhou se encuentra precisamente en esta situación; no puede aceptar fácilmente que existan fantasmas en este mundo, ni atribuir eventos extraños a lo sobrenatural. Por eso, Lu Zhou no es torpe ni estúpido, sino que su mundo no cabe los fantasmas ni los dioses. Eso es lo que es, un ateo).

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