Capítulo 060: Talismán Púrpura

Lu Zhou subió al avión y Lu Heng inmediatamente se sentó a su lado: "Hermano, ¿acabas de decir que la Bestia Nian...?"

Al recordar que Lu Zhou se había referido a la Bestia Nian como un "perrito", probablemente sin conocer su verdadera identidad, cambió sus palabras y dijo: "Ejem, quiero decir, ese perrito que recogiste ¿Tú le serraste los dientes? ¿Y también le cortaste el pelo?"

Lu Zhou, sorprendido, preguntó: "¿Escuchaste todo lo que le dije a Nanxuan hace un momento? Hablé tan bajo, ¿cómo pudiste oírme?"

"Estaba cerca de ustedes hace un momento, así que lo escuché".

"Ah."

"Hermano, aún no has respondido a mi pregunta."

Lu Zhou lo miró con extrañeza: "¿Sí? Fui yo quien le serró los colmillos y le cortó el pelo, ¿hay algún problema?"

Lu Heng negó con la cabeza: "No, solo tenía curiosidad por saber con qué le cortaste los dientes".

"Una sierra de mano en miniatura".

Todos se quedaron boquiabiertos.

Ellos habían usado tantos artefactos espirituales de gran calidad sin lograr herir a la Bestia Nian, pero Lu Zhou, con solo una mini sierra, le había cortado los dientes.

Lu Yuan no pudo evitar preguntar: "¿Era un artefacto espiritual?"

"¿Qué?" Lu Zhou no entendió lo que quería decir.

"Nada, nada". Era obvio que su hermano no podía tener un artefacto espiritual.

Lu Heng preguntó nuevamente: "¿Entonces qué usaste para cortarle el pelo?"

"Pues con tijeras, obviamente." Lu Zhou lo miró como si fuera un idiota.

"..." Todos estaban tan devastados que no querían hablar. Era muy triste pensar que los artefactos espirituales que habían comprado con decenas o incluso cientos de millones, resultaron ser inferiores a unas tijeras que costaban solo unos pocos dólares.

Al ver que todos de repente se sentían tan deprimidos, Lu Zhou preguntó: "¿Qué pasa?"

Lu Yuan dijo: "Solo estamos un poco afectados, necesitamos recuperarnos".

Lu Zhou: "..."

Lu Heng pensó por un momento y le preguntó a Lu Zhou en un tono tentativo: "Hermano, ¿qué raza de perro era el que recogiste hace un momento?"

"Antes de cortarle el pelo parecía un mastín tibetano, después de cortárselo se parece a un bichón frisé. Sin embargo, sus dientes son tan afilados como los de un tiburón blanco. Creo que es un perro de raza mestiza, por eso tiene una forma algo deforme y le ha salido un cuerno en la cabeza".

Como era de esperar...　

La cara de todos mostró una expresión que decía: "Ya sabíamos que Lu Zhou no tenía idea de que ese perro era en realidad la Bestia Nian".

Al ver sus extrañas expresiones, Lu Zhou dijo: "No intenten cambiar de tema hablando del perro".

Lu Heng, confundido, preguntó: "¿Qué tema hemos cambiado?"

"Cuéntenme, sobre ese incidente en el que salieron corriendo de repente mientras veían la Gala del Festival de Primavera". 

Todos: "...."

"Acabo de oír al abad Luo decir que vinieron a capturar a la Bestia Nian. ¿Por qué no me dijeron que saldrían a atraparla? No es que yo no supiera de este asunto, ¿qué necesidad tenían de ocultármelo? ¿No querían que me enterara de la Bestia Nian?"

Lu Heng exclamó sorprendido: "Hermano, ¿sabes de la Bestia Nian?"

Si sabía de la Bestia Nian, ¿cómo podía ignorar que el "cachorro" de ahora era la Bestia Nian? 

"Asistí a la última reunión de intercambio a la que me invitó la familia Gong".

"Entonces ¿sabes qué es la bestia Nian?"

"¿No es un criminal?"

Todos: "..."

¿No deberían haber esperado que él supiera algo?

Lu Zhou, al ver que no decían nada, preguntó: "¿No es así?"

Todos respondieron al unísono: "Sí, es un criminal".

Pero esa respuesta, en cambio, hizo que Lu Zhou dudara que realmente fuera un criminal.

Lu Zhou estaba un poco inseguro: "¿Es realmente un criminal?"

Lu Yao respondió afirmativamente: "De hecho, es un criminal, pero este criminal es demasiado cruel, por eso no te lo contamos ni te llamamos".

Lu Lei continuó: "Además, tienes muy mala suerte. Si te llevamos con nosotros, ¿no empeoraría nuestra suerte? Originalmente no teníamos que enfrentarnos a los criminales directamente, pero al llevarte, podríamos acabar justo delante de ellos. En realidad, esta salida es como hacer trabajo caritativo, ayudando a la policía a buscar criminales, pero no nos lanzaremos al frente para capturarlos, de lo contrario, ¿cómo nos atreveríamos a traer a los abuelos?"

Lu Zhou: "..."

Viviendo en la familia Li, apenas había tenido mala suerte y casi había olvidado su naturaleza desafortunada.

Shi Yin aprovechó para cambiar de tema y preguntarle a Lu Zhou: "Xiao Zhou, ¿cómo es qué terminaste en el distrito militar del Mayor Li?"

Lu Zhou dijo: "Como todos se fueron y yo estaba aburrido, manejé solo para venir a ver a Nanxuan".

Lu Lei bromeó: "No has visto al Mayor Li durante medio día, ¿y ya lo extrañas?"

Lu Zhou admitió generosamente: "Sí, simplemente lo extraño".

Los demás no pudieron evitar reírse.

Lu Yao captó el punto clave y preguntó: "¿Puedes conducir hasta la base militar tú solo? ¿No te pasó nada en el camino?"　　

Lu Zhou: "..."

Cuando Jiang Wan escuchó esto, preguntó: "¿Dónde está tu auto?"

Lu Zhou respondió con una risa incómoda: "Se cayó por una pendiente".

Todos: "..."

Shi Yin preguntó apresuradamente: "¿Estás bien?"

"Si estuviera herido, no estaría sentado aquí".

"¡Guau!" Bola de Nieve, escondido en el bolsillo de Lu Zhou, ladró en el momento justo, indicando que era gracias a él que Lu Zhou estaba sano y salvo.

Al verlo, comprendieron inmediatamente lo que estaba pasando.

Cuando conocieron a Bola de Nieve, les preocupaba que pudiera lastimar a Lu Zhou, pero ahora veían que se habían preocupado innecesariamente. No podían evitar admirar lo bien que había pensado Li Nanxuan: gracias a su poder demoníaco, el pequeño demonio puede proteger al desafortunado Lu Zhou mejor que Pan Mo y los demás.

Al regresar a la familia Lu, Lu Zhou fue directamente a su habitación.

Shi Yin, mirando la figura de Lu Zhou subiendo las escaleras, suspiró suavemente: "Aunque Xiao Zhou no puede ver fantasmas ni monstruos, tiene la habilidad de someter bestias feroces. No sé si esto es una bendición o una maldición".

Lu Shiyan dijo: "Ser capaz de dominar bestias feroces no puede ser una maldición".

"Ojalá así sea."

Al día siguiente era el primer día del Año Nuevo Lunar y todos en la familia Lu se quedaron en casa y no salieron.

Llegó el segundo día del Año Nuevo Lunar, y Lu Zhou se levantó temprano por la mañana para esperar la llamada de Li Nanxuan.

Afortunadamente, Li Nanxuan siempre tenía la costumbre de madrugar. Después de desayunar, llamó para decir que llegaría a la casa de la familia Lu a las diez en punto. 

Al saber que Li Nanxuan vendría, la familia Lu también se preparó desde temprano para recibirlo.

Justo a las diez en punto, Li Nanxuan llegó a la puerta de la casa de los Lu.

Lu Shiyan sonrió y dijo: "Como era de esperar de un militar, siempre es muy puntual".

Lu Heng y Lu Yuan, muy entusiasmados, corrieron a la puerta a recibirlo. Al ver a Li Nanxuan bajando del coche, inmediatamente exclamaron: "¡Cuñado, feliz Año Nuevo!"

Lu Zhou, que venía detrás, los miró divertido. Era evidente que estaban allí para pedir sobres rojos.

Li Nanxuan sonrió, sacó dos sobres rojos de su bolsillo y se los entregó: "Ustedes son Lu Yuan y Lu Heng, ¿verdad?"

"Sí, gracias, cuñado." Lu Yuan y Lu Heng ayudaron a llevar los regalos que traía Li Nanxuan a la casa, y luego se escabulleron a la cocina a abrir los sobres rojos a escondidas. En circunstancias normales, nunca habrían sido tan maleducados, pero esta vez su curiosidad por ver qué les había dado Li Nanxuan era demasiado grande. Después de todo, él no era un militar común, y en cuanto a la cantidad.  No importaba si era mucho o poco, porque ya eran muy ricos.

Al abrirlos, descubrieron que dentro había diez talismanes púrpuras.

"Guau...", dijo Lu Yuan emocionado: "Esto es increíble, ¡son talismanes púrpuras!".

El poder de los talismanes se clasifica en cinco niveles: dorado, plateado, púrpura, azul y amarillo. Los dorados son los más poderosos, y los amarillos los más débiles. Aunque los talismanes púrpuras se consideran de nivel medio, en esta era de escaso flujo de energía espiritual son pocos los que pueden crear talismanes púrpuras, y mucho menos plateados o dorados. Hoy en día, las familias que aún poseen talismanes plateados o dorados los han heredado de sus antepasados, lo que los convierte en tesoros invaluables. Por eso, los talismanes púrpuras se han vuelto extremadamente valiosos. Aunque en el mercado se venden a un millón cada uno, y ellos podrían permitírselos, no siempre hay disponibilidad para comprarlos.

Lu Heng preguntó: "¿Crees que nuestro cuñado los compró o los dibujó él mismo?"

Lu Yuan tomó el talismán púrpura y lo olió: "El olor a tinta todavía es muy fragante. Debe haber sido pintado anoche o esta mañana".

Lu Heng dijo emocionado: "Entonces, ¿es posible que lo haya hecho alguien de la familia Li o el cuñado lo haya pintado él mismo?"

"Es posible. Seremos bendecidos en el futuro".　　

Por lo tanto, Lu Yuan y Lu Heng fueron más entusiastas con Li Nanxuan, llamándolo "cuñado" a cada momento, hasta el punto de que Lu Zhou llegó a dudar si Li Nanxuan era su verdadero hermano.

Los regalos que Li Nanxuan había traído estaban elegidos según los gustos de cada uno, y en solo una mañana se había ganado el corazón de toda la familia Lu.

El abuelo Lu miraba a este nieto político y se sentía cada vez más satisfecho, y se convencía aún más de que había hecho bien al permitir que su nieto se casara con Li Nanxuan.

Después del almuerzo, Lu Zhou llevó a Li Nanxuan a su habitación.

La habitación de Lu Zhou está amueblada de forma muy sencilla, con solo una cama y una gran estantería llena de muchos libros.

Li Nanxuan echó un vistazo a la estantería. Muchos de los libros eran para estudiantes universitarios. "¿Ya estás leyendo libros universitarios?"

"Me estoy preparando para la universidad en el futuro".

"Estás considerando varias materias: derecho, informática y medicina. ¿Cuál quieres estudiar?"

Lu Zhou explicó: "Empecé a leer libros de informática porque la empresa de mi familia está relacionada con ese campo. Pero luego mi familia me dijo que con mantenerme a salvo y sin problemas era suficiente, que no necesitaba ayudar en la empresa. Mi abuelo incluso me transfirió el 10% de las acciones del Grupo Guoyun. Después de eso, dejé de leer libros de informática. Luego, como siempre me pasaban accidentes por mi mala suerte y me lastimaba a menudo, quise estudiar medicina. Pero mi madre dijo que mis heridas menores no justificaban estudiar medicina; y que, con mi mala suerte, si me convertía en médico; temía que, en vez de salvar a la gente, terminara haciéndoles daño".

Li Nanxuan preguntó con una sonrisa: "¿Así que al final elegiste derecho?"

"Hay una razón para estudiar derecho".

"¿Qué razón?"

Lu Zhou dudó un momento, pero al final no reveló el motivo.

Li Nanxuan no insistió en preguntar. Hojeó al azar el libro de leyes que tenía en la mano y, en una de sus páginas, encontró un boceto a mano de un personaje dibujado con bolígrafo azul. Al observarlo con atención, se dio cuenta de que la persona retratada en el libro era nada menos que él mismo. El dibujo ya mostraba signos de descoloramiento, lo que indicaba que llevaba allí bastante tiempo, al menos dos años o más.

Esbozando una sonrisa, cogió el libro y lo levantó: "¿Podrías decirme por qué hay dibujado un hombre en tu libro? Y, además, este hombre se parece mucho a mí".

Lu Zhou se quedó paralizado y trató de arrebatárselo: "Devuélveme el libro".

Li Nanxuan alzó el libro aún más y dijo con una sonrisa: "Primero dime por qué me has dibujado en el libro. A juzgar por los trazos, parece que lo hiciste hace varios años".

Rápidamente pasó varias páginas más y descubrió que había varios bocetos más del mismo personaje, es decir, retratos suyos. Cada uno mostraba una expresión diferente: alegría, enfado, seriedad e incluso una leve tristeza. Por lo general, la única razón por la que él podía entristecerse era por la muerte de los soldados bajo su mando en servicio a la patria o por el fallecimiento de un ser querido. Cada dibujo era vívido y preciso, lo que demostraba que quien lo había dibujado lo había hecho con gran dedicación y sentimiento. Podría decirse que, con solo mirar los dibujos, era evidente cuánto lo amaba la persona que los había hecho.

...